Itinerario de viaje de Fin de Semana en Galicia
Lo primero que llega a la mente de cualquier turista que piensa en Galicia es sin duda Santiago de Compostela y el Camino de Santiago. Sin embargo, esta comunidad tiene mucho más que ofrecer. Vamos a descubrir los lugares imprescindibles para vivir una experiencia auténticamente gallega.
Como acabamos de decir, Santiago de Compostela es una etapa fundamental en un viaje, aunque breve, en Galicia. El casco antiguo se encuentra en una atmósfera que os llevará atrás en el tiempo. La Catedral merece una visita, para admirar el altar dorado y el Pórtico de la Gloria y también para hacer una visita al Apóstol, patrón de España. Muy característico es el abrazo a la estatua de Santiago que se encuentra justo detrás del altar mayor. Al lado de la Catedral se encuentra el museo de la misma, donde conocer un poco más su historia. A pocos metros se puede visitar la Biblioteca Xeral, en el Palacio Fonseca. Recorriendo las callejuelas se pueden encontrar varias tiendas de productos típicos, como el queso tetilla, la tarta y las pedras de Santiago, el licor café y varios vinos de la zona, como el albariño. Aunque no es parte oficial del Camino religioso, muchos peregrinos llegan hacia Cabo Fisterra, considerado erróneamente por los romanos el punto más occidental de Europa, mientras que en realidad es el Cabo Touriñán. A parte de la belleza natural de los paisajes, es emocionante mirar hacia el horizonte y perderse en él, aunque a menudo la nieblas impide ver a pocos metros de distancia.
Hacia Asturias, en Ribadeo, se encuentra otro lugar espectacular: la Playa de las Catedrales. Por la erosión y la fuerza de las olas y de las mareas, se han excavado arcos dentro de los acantilados, como si fueran los arcos del interior de una catedral, además de cuevas y franjas de arena. En bajamar se puede bajar en la playa y pasear, admirando el paisaje. La costa gallega es muy conocida por las rías y en varias de ellas se encuentran islas maravillosas. Dos son las más importantes y populares: Arosa y las Ciés. La primera, cerca de Pontevedra, mide 7 kilómetros cuadrados, mientras que las segundas forman un parque natural en frente de la ciudad de Vigo, hacia el Sur de Galicia. En los últimos años, sus playas fueron elegidas entre las mejores del mundo. Aquí no vive nadie pero hay instalaciones para hacer camping.
Adentrándoos hacia Orense, en la parte más montañosa de la comunidad, se puede visitar aquella zona conocida como la Ribera Sacra, cuyo lugar más visitado son es el Cañón del Sil. Se trata de una garganta excavada por el homónimo río que se puede recorrer en catamarán durante las numerosas excursiones que se organizan. Además de la parte natural, importantes son los varios edificios religiosos diseminados aquí, como el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil, ejemplo magnífico del románico gallego.
En un viaje no se puede olvidar la parte gastronómica. Por su larga tradición marítima y por la cercanía al Atlántico, la cocina gallega ofrece muchísimos tipos de pescado y platos con él, aunque hay mucha variedad culinaria de tierra. No os podéis ir de aquí sin haber probado el pulpo a feira, la empanada, el caldo gallego, el lacón con grelos y los pimientos de Padrón. Para probar una experiencia emocionante, de otros tiempo y de otro mundo, hay que participar a una quemada, un antiguo ritual donde se quema un líquido compuesto por azúcar, aguardiente blanco, frutas y granos de café, el todo repitiendo una suerte de embrujo. Esta es la parte mágica de Galicia.