Viajar a China : (Requisitos, Idioma, Moneda, Cuando Ir, Lugares Representativos, Comida Típica)
En la última década, los viajes a Oriente han aumentado, también gracias a la creciente curiosidad hacia culturas completamente diferentes de la nuestra. Uno de los países asiáticos más visitados es China. Para poder entrar aquí se necesita un visado turístico que dura 90 días a partir de su emisión y que nos permite 30 días de estancia. Se puede pedir al consulado chino o también a través de una web especial, www.visaforchina.org. Se recomienda pedirlo con antelación, dado que son muchas las solicitudes cada mes.
De la misma manera, se aconseja preguntar a vuestro médico las vacunas necesarias para que vuestro viaje no se vuelva en una pesadilla. Aunque China ya es un país industrializado y con muchas relaciones con los países occidentales, pocos chinos hablan inglés, sobre todo fuera de los grande centros urbanos. Será mejor ir con un pequeño diccionario o, si lo tenéis, con un amigo o un pariente que hable algo de mandarín. La moneda es el Renminbi (RMB), pero los vendedores utilizan la palabra yuan (元) o kuai (块). Por motivos de seguridad, es mejor no tener demasiado dinero con vosotros, dado que se encuentran cajeros automáticos en cada rincón y también algunos restaurantes y tiendas aceptan tarjetas de crédito.
No hay un periodo ideal para visitar China, aunque se recomienda evitar los meses más calurosos, como agosto, sobre todo en la parte meridional, mientras es la estación preferible para la zona septentrional. Si queréis recorrerla toda, entonces es preferible escoger los meses de otoño, dado que el tiempo está templado en todas partes y no hay demasiadas precipitaciones. Además, se aconseja controlar que en los lugares que no haya fiestas nacionales, dado que podrían acarrear imprevistos desagradables.
China es un país inmenso pero tiene unos lugares muy representativos. Por ejemplo, podemos visitar las dos grandes ciudades: Pekín y Shanghai, con su mezcla de antiguo y moderno que son el símbolo de los cambios de este país en los últimos años. También importante es Pingyao con los templos budistas, pero probablemente lo que más se asocia a China es la Gran Muralla, que tiene un sector más cercano a la capital, aunque se podría organizar un recorrido para ver cómo cambia el país a lo largo de su monumento más representativo.
Por lo que concierne la comida, pocos saben que en realidad mucho de lo que proponen los restaurantes chinos en Occidente nada tiene que ver con lo que de verdad se consumen allí. Antes que nada, hay que evitar beber el agua directamente del grifo para no contraer bacterias, así que siempre hay que comprar botellas de agua selladas. Lo mismo vale con los puestos que venden comida por la calle.
Siempre por sus inmensas dimensiones, también la cocina varía a según de las zonas del país, así que es mejor consultar antes qué se come de típico en cada lugar. Hay que probar al menos una vez el té, una de las bebidas asociadas a China y ver como llega el agua hirviendo a la mesa, no os va a pasar nada. Os sentiréis como chinos por unos minutos.