5 lugares de Norteamerica que deberías visitar
Norteamérica es un subcontinente inmenso, con una gran variedad de paisajes naturales pero también de metrópolis que fascinan el mundo entero. Aquí os presentamos 5 lugares que no podéis perderos en vuestra vida.
La primera destinación es Alaska, el Estado más grande de EEUU. Aquí podéis ver 5 regiones distintas, cada una con su propio ecosistema, además de poder ver desde cerca los osos brunos, las águilas símbolo de esta nación, las ballenas, los osos polares, etc. Los más deportistas y aventureros aquí estarán en su entorno, porque se puede realizar todo tipo de actividades en el medio de la naturaleza más incontaminada. Uno de los lugares más asombrosos de esta región son las cavernas del glaciar Mendenhall en la ruta West. De la misma manera, en Alaska se puede admirar uno de los espectáculos más mágicos de la atmósfera: la aurora boreal, en particular en Fairbanks y Anchorage, entre septiembre y abril.
La segunda etapa sirve para retomar un poco de calor corpóreo: el Gran Cañón en Arizona. Se encuentra en medio de un desierto y llega a 1500 metros de profundidad por 20 km de ancho y 120 de largo. Las rocas llevan varios colores, pintadas naturalmente por el reflejo de la luz que aquí llega muy fuerte. Por supuesto, hay que ir bien equipados con protección solar, zapatos para senderismo, sombrero y muchas botellas de agua. En el mismo parque se puede visitar el pueblo de Supai, el más aislado de EEUU y poblado por los indios. Será también la ocasión para entrar en contacto con la cultura y las tradición de los antiguos habitantes de estas zonas.
El tercer destino está en México y es un portento de la naturaleza: es la catarata petrificada en el Valle de Mitla, a 80 km de Oaxaca, conocida como Hierve el agua. El nombre viene de un curioso fenómeno según el cual se mezclan carbonato de sodio y magnesio con vetas de azufre. Parece estar en otro planeta.
En Canadá merece la pena visitar la Bahía de Fundy, situada en la costa atlántica muy cerca del Estado de Maine. Mide 270 km de largura y 80 de anchura, pero lo más impresionante son sus mareas que pueden llegar hasta 21 metros, sobre todo en la ensenada de Minas. La zona tiene también relevancia medioambiental por ser una de las destinaciones de las migraciones de aves, ballenas y cetáceos, así como se pueden ver muchas especies de invertebrados.
La última parada que nadie puede perderse es el Parque Nacional Sequoia en California. Como dice el nombre, aquí están protegidos estos enormes árboles de cientos de años, como el General Sherman Tree, que probablemente tiene 2500 años y llega a 275 pies de altura. Pasear por aquí, además de relajaros y permitiros respirar aire puro, os hará sentir pequeños e indefensos con respecto a la naturaleza que os rodea, comprendiendo todavía mejor su importancia fundamental en la salud de nuestro planeta.