Luna de miel en la Isla Lombok, Indonesia
Por su belleza indescriptible y por el gran número de islas, Indonesia es una de las destinaciones perfectas para la luna de miel. En particular, la Isla Lombok es uno de los pequeños paraísos que hay que visitar durante este importante viaje. Vamos a descubrir por qué y qué lugares elegir.
Lombok es parte del archipiélago de las Pequeñas Islas de la Sonda, en la parte suroriental. El Estrecho de Lombok la separa de la más importante y conocida Bali al Oeste, mientras que al Este el Estrecho de Alas de la isla de Sumbawa. La capital administrativa y la mayor ciudad es Mataram y el punto más alto es el volcán Rinjani que llega a más de 3700 metros sobre el nivel del mar.
La costa occidental de la isla es la más turística, así que para vivir una experiencia auténtica se aconseja llegar a la zona de Kuta, que nada tiene que ver con la homónima localidad en Bali. Lo más espectacular que se puede admirar aquí es la puesta del sol. Sin embargo, no existen hoteles de lujo ni restaurantes occidentales, así que hay que adaptarse un poco. Para moverse se puede alquilar una moto, perfectas para acceder a las playas más lejanas. Entre las que merece la pena visitar están Pantai Segar, Batu Kotak y Tanjung Aan, la más bonita de Lomok, según muchos turistas. Aquí el agua es de color turquesa con un sinfín de diferentes matices y la arena es blanca y finísima. Lo más llamativo es que, a pesar de ser un lugar estupendo, en la mayoría de los casos lo encontraréis desierto o casi desierto, así que lo podréis gozar en toda su belleza y sin estrés. Para los amantes del deporte y en particular del surf, la playa de Mawi es perfecta por sus grandes olas. Sin embargo, se desaconseja bañarse por la misma razón, dado que no es muy seguro.
Otro lugar que merece una visita es el mercado, en particular él de Sangol. Todos los mercados son llenos de colores y os permitirán entrar en contacto con la vida cotidiana de Lombok. Para seguir conociendo la cultura de la isla, hace falta recorrer la zona entre Sengkol y Kuta, donde surgen las aldeas más típicas. Un buen ejemplo de estas es Sade, donde es posible ver la producción de los tejidos Sasak y también las construcciones típicas hechas de bambú y barro.