Construcciones monumentales sin terminar que merecen una visita
En todo el mundo, existe un recorrido imaginario de monumentos inacabados. Cada uno de estos es expresión de un genio y de la arquitectura de su tiempo y de su país. Recorrer este camino podría ser la alternativa a las vacaciones turísticas de sol y playa, descubriendo historias emocionantes y lugares poco conocidos.
Probablemente, la obra inacabada más famosa es la Sagrada Familia. Situada en Barcelona, se empezó en 1882 por inspiración del gran arquitecto Antoni Gaudí y es hoy en día el monumento más visitado de toda España. Otro lugar de culto sin terminar es la Catedral de Liverpool.
Como en el caso de la Sagrada Familia, se trata de un proyecto muy ambicioso de Sir Edwin Lutyens que lo empezó en 1930. La misma suerte tocó a la Basílica de San Petronio de Bolonia, que sigue después de seis siglos sin tener una fachada propia. La construcción de la Catedral de San Juan de Nueva York sigue desde 1892 por culpa de conflictos sobre el diseño y paros por falta de dinero.
La Torre Hassan en Marruecos (foto) era el minareto de una mezquita sin acabar en Rabat. Cuando se empezó en 1195 tenía que ser el más alto del mundo. Por su importancia histórica y arquitectónica, en 2012 entró a formar parte del Patrimonio Mundial de UNESCO.
En Escocia, el Monumento Nacional es un memorial para recordar a los marineros escoceses y a los soldados que murieron durante las guerras napoleónicas. La construcción empezó en 1862, pero nunca se completó. El proyecto inicial se inspiraba en el Partenón de Atenas, como se puede notar por las pocas columnas que siguen erguidas.
Del otro lado del Atlántico, otro memorial sigue sin terminar: se trata del Crazy Horse Memorial, esculpido en la piedra de las Black Hills como respuesta al del Monte Rushmore. Empezado en los años Cuarenta, su realización queda parada desde 1982, fecha en la que su escultor original falleció.
Finalmente, incluso Corea del Norte tiene su monumento inacabado. Se trata del Hotel Ryugyong, un rascacielos a forma de pirámide, cuya construcción tuvo que pararse por una temporada por la crísis económica después de la caída de la Unión Soviética. Los trabajos se volvieron a tomar en 1998. La fecha de ultimación debía de ser 2012, pero hasta ahora el hotel todavía no ha abierto.