Fin de Semana en Frankfurt
Frankfurt es un excelente destino donde pasar un fin de semana interesante y relajante.
Ciudad construida, durante la época medieval, en el río Meno, aun conserva en su centro histórico, el Altstedt, edificios y estructuras típicamente de esa época, fascinantes y característicos. Todo esto se puede admirar de una manera particular en la Romerberg, la plaza principal de la ciudad, construida en el 1405, con sus casas y el municipio que preservan todavía la arquitectura original.
Siempre en esta zona de la ciudad, poetas y escritores, como Goethe e Schopenhauer, atraídos por sus características, llegaban para obtener inspiración y componer sus obras. Todavía este centro esta lleno de ese ambiente cultural: de hecho se pueden visitar galerías y cafeterías en las que se tienen conferencias y presentaciones, y también se puede visitar la casa del famoso escritor Goethe, no se puede ver la estructura original porqué fue destruida en la segunda guerra mundial, pero se puede admirar el mobiliario original, con el escritorio en el que escribió su mas famosa obra Las desventuras del joven Werther.
Manteniéndonos todavía en el plan cultural, otro edificio de grande efecto, interesante para los amantes de la música y de las artes en general, es seguramente el teatro Alte Oper. Abierto de nuevo en el 1991, después que en la segunda guerra mundial fue casi completamente destruido, ahora acomoda conciertos, festivales, y conferencias de grande espesor.
También el Dom de San Bartolomeo, la catedral, se encuentra en esta área de la ciudad. Es un complejo de gran atractiva gracias a su torre campanaria construida en piedras rojas y sus chapiteles.
Todos los museos de la ciudad están concentrados en la Museumsufer, exactamente la zona de los museos: como por ejemplo el museo del arte moderna característico, a parte que por las obras que se encuentran en el interior, también por su particular arquitectura, hasta el punto de que los habitantes de la ciudad aman llamarlo «el pastel».
Otro museo interesante para visitar es el Museo de Historia Natural, de manera particular dota la parte dedicada a la colección de esqueletos de dinosaurios.
De no perder es también el jardín botánico que incluye plantas que llegan desde la sabana africana, la floresta pluvial en América latina y desde el resto de Europa.
En conflicto pacifico con el centro histórico medieval se encuentra el resto de la ciudad caracterizado por los rascacielos modernos y tecnológicos. Entre estos sería impensable no subirse en el Main Tower, el único rasca cielo abierto al publico, alto 200m, desde donde se puede admirar una bella vista hacia toda la ciudad, también la parte antigua que se abre a sus pies.
Si al fin se quiere concluir la visita a la ciudad con un poco de shopping, se puede ir a lo Zeil, la zona peatonal y comercial, llena de negocios y centros comerciales.
Una experiencia característica antes de dejar la ciudad puede ser también probar la típica sidra de manzana en las antiguas destilerías del centro histórico.
Pasar un fin de semana en la ciudad de Frankfurt es seguramente una experiencia única, porque aquí pasado y presente, tradición y modernidad, se encuentran y se mezclan mágicamente.