Luna de Miel en Costa Rica
Costa Rica es un país de América Central caracterizado por su foresta pluvial, los volcanes y la inmensa biodiversidad, pero sobre todo por las playas caribeñas, transformándolo así en un verdadero paraíso tropical. Es el lugar perfecto para pasar una luna de miel inolvidable, de hecho es una de las diez metas más elegidas por los recién casados.
La capital San José se encuentra en el valle central, rodeada por las montañas Talamaca y los volcanes. Lo que se nota de inmediato es la arquitectura típicamente colonial de origen española. Entre los lugares de interés destacan el Teatro Nacional, la Plaza de la Cultura, pero sobre todo el Museo del Oro Precolombino. Aquí se pueden admirar muchos artefactos preciosos que remontan hasta al 500 D.C. Pero para conocer la verdadera esencia de Costa Rica hay que alejarse de la ciudad y entrar en contacto con la naturaleza.
Monteverde es un pueblo en la parte noroeste del país y se encuentra en el medio de la foresta pluvial. Por esto está protegido por una reserva natural, donde se pueden emprender varios caminos de senderismo. Aquí viven muchos animales salvajes, como el jaguar, el ocelote y el quetzal, así como varias plantas y flores, entre las cuales destacan el helecho y la orquídea. Para los más aventureros es posible también cruzar puentes colgantes.
Pero una luna de miel no puede considerarse tal si no se pasa un poco de tiempo descansando y tomando el sol en la playa. Aquí se puede elegir entre la costa del Pacífico y la del Atlántico. En la primera, merece la pena visitar Quepos, a 60 kilómetros de San José. Se encuentra muy cerca del Parque Nacional Manuel Antonio, que según Forbes es uno de los 12 parques más bonitos del mundo. Esta ciudad está muy orientada hacia el turismo, así que se puede alojar sin muchos problemas. En la parte atlántica se aconseja visitar Tortuguero.
También en sus parajes hay una reserva natural que lleva el mismo nombre, pero en este caso se trata de una isla separada por la tierra firme por un río. Gracias a los muchos canales navegables se le conoce como la Amazonia de América Central. En las playas se pueden admirar cuatro diferentes especies de tortugas marinas, dos de las cuales están en peligro de extinción. Sin embargo, las corrientes hacen que sea un poco peligroso nadar en estos parajes, pero podéis tocar con mano una naturaleza incontaminada gracias al turismo eco-sostenible. Aquí también se puede tomar parte a rutas de senderismo y se puede llegar aquí solamente por barco o por avión.