Luna de Miel: Romántica en Capri – Italia
La isla de Capri se encuentra frente de la Costiera Amalfitana, a poco kilómetros de Nápoles, en el Sur de Italia. Ya desde la época de los romanos, este lugar ha gozado de grande éxito entre los emperadores y los altos cargos, que la visitaban a menudo y hasta crearon varias villas para poder estar aquí en tranquilidad. La isla se divide en dos partes, la de Capri a este y la de Anacapri a oeste, donde se encuentran la mayoría de los sitios de interés artísticos y sobre todo natural.
En todo el mundo, la isla de Capri se conosce como la isla de los enamorados y por esta razón puede ser la destinación perfecta para una luna de miel romántica. De hecho, muchos personajes famosos desde hace más de un siglo han elegido Capri justo para hacer el primer viaje de casados, a partir de los reales europeos hasta los protagonistas del jet-set mundial.
Para llegar aquí hay que coger un vuelo hasta Nápoles, alquilar un coche o tomar un autobús hasta Amalfi o Positano (dos localidades de la Costiera que también merecen una visita, aunque breve) y desde allí tomar un ferry. Los panoramas de toda la isla te dejaran sin aliento.
Dependiendo del tiempo a vuestra disposición, se puede empezar con una excursión en un barco para circunnavegar toda la isla y poderla admirar desde lejos y sobre todo perderse en el azul tan intenso de su mar. Las excursiones salen con regularidad desde la Marina Grande, en la parte norte de la isla. Allí cerca se puede entrever Casa Malaparte, la mansión del escritor Curzio Malaparte, pero la verdadera atracción son los «faraglioni», es decir tres peñascos que surgen del mar y miden hasta 109 metros. Otra belleza natural es la Grotta Azzurra, una cueva donde los reflejos del agua y de la luz se mezclan en la piedra y crean tonalidades azules.
Para admirar desde lo alto toda la isla, se puede subir al Monte Solaro por una telesilla, a la cual se puede acceder cerca de Piazza Vittoria, siempre en Anacapri. A parte del panorama natural, os podéis fijar en el blanco de todas las casas y las construcciones, que se marca en contraposición al azul tan vivo del mar. Además, si el tiempo está despejado, se pueden entrever la isla de Ischia al otro lado de la bahía, otra joya del Golfo de Nápoles, la Costiera Amalfitana y hasta las curvas del Vesuvio. Además, para los amantes del trekking, existe un camino para poder subir y bajar el Monte, para poder admirar en toda tranquilidad los panoramas haciendo deporte.