Viaje a las Cataratas de Iguazú
Visita la maravillosa reserva natural de Iguazú en el norte de la Argentina en la frontera con Brasil , uno de los lugares más asombrosos de la tierra en el que encontrará estas magnificas cataratas símbolo que une a dos pueblos. Creado en 1939 incluye la principal reserva de madera estacional de Brasil, con casi 186 mil hectáreas de tierra, el parque protege una muy rica biodiversidad, constituida por especies representativas de la fauna y la flora brasilera e de la parte septentrional de la Argentina. Tiene cuatro ciento mil hectáreas de bosque todavía natural. En este parque sensacional, las caídas o Cataratas de Iguazú, son el punto de atracción del bosque mismo y se encuentran en esta una vegetación tropical.
Las Cataratas de Iguazú constituyen una de las imágenes símbolo de Brasil, así como el Pan de Azúcar o el Cristo Redentor. Las Cataratas de Iguazú se descubrieron por parte de exploradores españoles en 1542, sucesivamente los colonos poblaron la región que cuenta hoy con cerca de 256.000 habitantes dedicados en predominio al sector del turismo. Las cataratas de Iguazú pueden ser visitadas también en helicóptero o por medio de excursiones en barco. Desde la cumbre, la majestad de las cataratas de Iguazú sorprende todavía más. Hay también la posibilidad de hacer vuelos más largos, de cerca de treinta y cinco minutos, hasta la central de Itaipu, en el centro de la ciudad y hasta el monumento de las «Três Fronteiras».
Patrimonio de la humanidad del UNESCO desde el 1984. La catarata cuenta un ancho de dos kilómetros. Se puede escuchar el sonido del agua en un radio de veinte kilómetros. La «Garganta del Diablo» es la catarata más grande de Iguazú. Cuenta ochenta y dos metros y por eso es más grande que la del Niágara.
Es un lugar mágico y también fácil de acceder. Para llegar a Iguazú en la provincia de Misiones, a partir de Buenos Aires, puede tomar un pequeño bus, un coche, o de manera más cómoda y más rápida, se puede tomar el avión en salida de la capital federal argentina.
Os aconsejamos el tour nocturno, posible solo en las noches de luna llena a la catarata del Diablo, conocida gracias a su fuerza y a su ruido. Por cerca de una hora esta maravillosa catarata ofrece un estupendo espectáculo alumbrado de la luna.
Una experiencia única e inolvidable, encontrarse en contacto con esta belleza, en la cual se puede ver toda la potencia de la naturaleza, será algo que permanecerá siempre en los recuerdos. Las mismas Cataratas del Niágara no son así fascinantes como las Cataratas de Iguazú , de verdad vale la pena hacer un salto hasta Iguazú y gozar de este espectáculo maravilloso que la naturaleza ofrece.
Buen viaje a todos